Anahí Pedernera, vecina de la ciudad de Alta Gracia y docente, contó en el aire de Radio Alta Gracia su historia de amor con el fallecido Munir Llamal y el fruto de esa relación: su pequeña hija Amira.
«La historia empezó en pandemia, cuando empiezan a liberar las salidas, a abrir los restaurantes y bares. Nos conocimos en una reunión con amigos, él en realidad primero la conocía a mi hermana, ya que ella juega al básquet y él era periodista deportivo. Pegamos re buena onda y como yo vivía a dos cuadras de su casa, con una amiga, nos empezamos a ver todos los días, a tomar mate y a charlar» empezó Anahí.
Y continúa: «Él tenía un problema del corazón, entre mate y mate me lo cuenta. Al principio no entendía mucho y cuando empezamos a enamorarnos lo comencé a acompañar al médico y ahí entendí que tenía una miocardiopatía dilatada. Se le había agrandado y se le había ido hacia el lado izquierdo».
«Arrancamos sin buscar una relación. A los 9 meses de empezar el noviazgo, nos enteramos que estaba embarazada. Fue una sorpresa ya que yo tenía un desorden hormonal, no podía quedar embarazada, más las pastillas que él tomaba, jamás pensó que podía ser papá» explicó.
Cuando se enteraron de la noticia, iniciaron la convivencia. «Nos demoramos en contarlo y cuando lo hicimos, las dos familias estaban muy felices, ya que era la primera nieta. Nos juntamos en agosto, fue una historia tan sana…».
Sobre cómo era su relación, expresó: «Nos llevábamos re bien, re alegres los dos. Él me daba tranquilidad, era respetuoso, ubicado…compañero en todos los sentidos».
«A los seis meses de embarazo, se descompone. Ocurrió de la noche a la mañana, no lo esperábamos. El último estudio que se hizo, le había dado bien. Seguía su vida normal y cumplía con todos los requisitos. Sufría mucho los calores y justo a fines de octubre empezó a hacer más calor» agregó. Munir falleció a los 29 años de un paro cardíaco, esperando un transplante de corazón.
Amira, la hija de ambos, nació un 13 de enero del 2022, dos meses después del paso de A otro plano. «Lo veo en Amira. Cuando ella nace, vuelve todo un amor que en ese momento necesitaba. Físicamente tiene una mezcla de los dos, cuando era bebé era idéntica. Hoy con tres añitos recién cumplidos, le gusta mucho la música y el deporte».
Con respecto a si rehizo su vida, Anahí respondió: «Demoré porque tenía muchos miedos, pasé mucho dolor. Pero finalmente rehice mi vida, encontré un compañero».
En relación a si siente su presencia a veces, dijo: «Empezaron a aparecer colibríes a mí, a los hermanos, a los padres. Es un dolor que llevo siempre, pero le agradezco por haberme dejado a Ami (Amira)».