En la noche del domingo 4 de agosto, autores ignorados ingresaron a dos locales -que tienen conexión interna- ubicados en la esquina -casi céntrica- de Brasil y Paraguay.
Los damnificados, Andrea Gallerano -a cargo de una casa de insumos de estética- y Emiliano Suárez -dueño de una vinoteca-, contaron en el aire del FM Alta Gracia, cómo sudecieron los hechos.
«Estamos afectados emocionalmente, esto es un emprendimiento que empezamos muy de abajo (hace un mes se mudaron allí, de una locación alejada del centro). Yo arranqué con nada y mi amigo con los ahorros de su vida» expresó Gallerano.
Los damnificados se dieron cuenta el lunes por la mañana. «Además de llevarse cosas, hicieron maldad, robaron muchas cosas mías y de mi hija». Se robaron parlantes, computadoras y «hasta tuvieron tiempo de catar algunos vinos…nos da mucha bronca que tuvieron tiempo de tomar vodka, gin, vinos, dar vuelta todo el negocio. Nos hicieron perder mucho tiempo acomodando y haciendo la denuncia. Comenzamos con ésto hace un mes y nos atrasaron en lo que habíamos avanzado. Tenemos que remontar. Estamos casi en el centro y sin embargo, hicieron lo que quisieron» detalló Suárez.
Gallerano también narró otros hechos ocurridos en la zona: «Nadie vio nada. Se ven escasos móviles policiales, casi todos los días nos cuenta algún vecino que le quisieron entrar. Es tierra de nadie, no hay una sola cámara cerca. Gracias a dios no pudieron abrir las puertas sino, nos desvalijaban. Nos contaron que quisieron entrar por la ventana a un vecino y los que los vieron le tiraban agua o cosas porque la policía no los atendía. En barrio Norte no hay patrullaje».
Sobre las pruebas que se tomaron del lugar, la víctima especificó: «Hay sangre porque se han cortado y de allí tomó huellas y ADN la Policía Judicial. También preguntaron a los vecinos si alguno tenía cámaras».
«Encima ayer perdimos un día de trabajo porque nos pidieron que cerráramos todo para que tomaran las pruebas y con la denuncia también perdimos el día» agregó Gallerano.
«Estoy agradecido con mis amistades que me han colaborado con una compu y un herrero me está ayudando para cerrar nuevamente. Me parece injusto que entre los vecinos tengamos que estar cuidándonos entre nosotros, cuando debería andar la policía» concluyó Suárez.