Yanina Davidoff, vecina de la ciudad de Alta Gracia, quien padeció anorexia restrictiva, expresó su contento con el Concejo Deliberante, ya que días atrás se aprobó llevar adelante todos los años la semana de Prevención de los Trastornos Alimenticios, en el marco de que cada 30 de noviembre se conmemora el Día de los Trastornos en las Conductas Alimentarias (TCA). «Para mí fue muy importante que el concejo por primera vez se fijara en esta problemática» manifestó.
La mujer detalló que las personas que están atravesando estos trastornos, «no es conciente de lo que le está pasando. Uno no lo reconoce. A veces hacés un click, pero cuesta mucho».
Su historia arrancó a los 16 años cuando se veía «gorda» y no lo estaba. «Mis amigas me decían que estaba gorda y por encajar, empecé a restringir mis alimentos. Mi familia si me apoyaba y me decía que estaba flaca, pero yo no me veía así». Su punto de inflexión fue cuando a los 35 años, embarazada su hijo más pequeño, tras una clase de yoga y de verse en el espejo, se preguntó: ¨¿Qué me hice?».
Con respecto a los síntomas de alarma, enumeró: la pérdida de peso constante, esconder comida, dar excusas como: «ya comí en lo de mi amiga» o «ya comí en la escuela» y en las mujeres la ausencia de la mestruación. «Podés recuperarte, pero luego podés tener una recaída, la enfermedad te va a acompañar siempre» explicó.
Yanina brindó algunos consejos: «Mucha paciencia, como familia acompañen, no minimicen lo que le dice la persona enferma -que para ellos es cierto-, es fundamental el apoyo de la familia. No enojarnos y no obligarlos a comer porque es peor, los obligamos a vomitar después».
En relación a su situación hoy con respecto a la comida, afirmó: «Hoy disfruto comer, tuve una recaída en el verano por algo que me pasó pero sé que la comida es fundamental. Una psicóloga me dijo que es ´una fuente de disfrute´, hay que disfrutarla, saborearla. Hoy sigo renegando con el espejo pero esta vez porque odio ser flaca».
Como mensaje para aquellas personas que están atravesando por esta situación, dijo: «Que se quieran, que se acepten porque a veces las consecuencias no tienen vuelta atrás».