Desde el programa ¡Hola Mañana! de Radio Alta Gracia, dialogamos con Elvio Altamirano, integrante de la Comunidad Camichingona, sobre este ritual de la Pachamama que se celebra todo el mes de agosto.
«Durante todo el mes de agosto, la Madre Tierra se despierta con hambre, le abrimos la boca (hacemos un pozo) y le ofrecemos de comer y de beber, le hacemos las ofrendas, le agradecemos de todo lo que viene y le pedimos cosas para el futuro, para nuestro nuevo periodo» comenzó Altamirano.
Y detalló: «Es de origen andina, pero nosotros los comechingones abrazamos la costumbre, ya que está en concordancia con nuestra idea de cuidar la naturaleza. Se puede hacer durante todo el mes, con el grupo familiar o de amigos. Se le pide permiso antes de hacer el pozo y se colocan las ofrendas alrededor de la boca. Se trata de que pase un hombre y una mujer para mantener la dualidad, se agradece lo que nos dio y lo que nos va a dar. También se le promete que la vamos a cuidar y que vamos a forestar donde fue desmontada. Le pedimos que nos de las hierbas medicinales cuando nos enfermamos del cuerpo físico y el espíritu».
Continuando su relato sobre la ceremonia, narró: «Si bien pasan adelante un hombre y una mujer, hay padrinos, otro hombre y otra mujer que acercan las cosas para ofrendar. No sólo puede ser comida y bebida sino también objetos personales (por ejemplo, hay maestros que han ofrendado un lápiz). Primero se le da de comer y cuando se le da de beber, también se puede tomar un traguito. Todo se hace de manera suave, no se arrojan los elementos».
Con respecto a cómo se prepara la caña ruda, Altamirano afirmó que la medida es un tercio de ruda por tres de caña: «Lo que queda de un año se toma al siguiente».
Este sábado 3 de agosto, la Comunidad Camichingona hará la ceremonia en el Museo Arqueológico Municipal (MAM) desde las 15.30 horas (Olmos 167) y el domingo al mediodía en la Biblioteca Sarmiento (Prudencio Bustos 345).