Alicia Goldfarb, una comerciante jubilada de la ciudad de Alta Gracia, definió hace unos años -tras haber cumplido con todos los mandatos sociales- seguir sus propios sueños y estudiar la carrera de su vida: Antropología.
Alicia dialogó con el equipo de ¡Hola Mañana! de FM Alta Gracia 103.9 y contó que tras haber llevado adelante tres negocios -entre ellos el reconocido «Cuartito Azul»- decidió ir de «oyente» a la cátedra de Antropológía que se brindaba en la carrera de Psicología, que estudiaba su hija. Le responden que no se podía y finalmente en 2010, se reabrió la carrera tras la dictadura y cuando quiso anotarse como oyente, se lo negaron nuevamente entonces decidió cursarla.
Hizo las cuatro materias para ingresar y en todas sacó 10. Estableció de antemano cuántos días a la semana viajaría a Córdoba a cursar e hizo la carrera según sus gustos: «Tenía mi vida, no quería faltar a los teóricos que es lo que más me gustaba, iba sólo tres veces a la Capital e hice un recorrido particular de la carrera, primero la parte de antropología social, luego arqueología y finalmente bioantropología».
Con respecto a porqué eligió antropología, expresó: «Siempre me interesó la antropología, me parece profundamente humano y es el modo de acercarse al otro y comprenderlo en sus propios términos y a partir de ahí, en comunidad, hacer lo que uno se propone». «Fue un desafío que siempre quise hacer y finalmente hice» agregó.
Actualmente está realizando sus prácticas profesionales supervisadas (PPS) que ofrece la Universidad Nacional de Córdoba, que tienen que ver con un acompañamiento de 120 horas en seis meses para luego escribir la tesis, lo cual le dará acceso a su licenciatura. El Museo de la Estancia Jesuítica, Casa del Virrey Liniers, solicitó a demanda tres estudiantes y ella se ofreció para ser uno de ellos. Hizo su propuesta de intervención y desde hace 6 meses está colaborando en el sitio. Su tarea allí, consiste en observar a los trabajadores del museo y hacer un registro del trabajo que realizan dentro del Proyecto «Memorias del Sur» (idea de Belén Trucco) que busca acercar el museo a los barrios de ese sector de la ciudad y luego seguirá por el resto de Alta Gracia.
Alicia, muy emocionada, repite una y otra vez, que es una privilegiada por haber estudiado en la educación pública la carrera de sus sueños. Y con sus actos nos enseña que nunca es tarde para aprender y que como mujer, no hay que dejarse para lo último por los mandatos sociales, sino seguir nuestros propios objetivos.