En el Día del Abogado, el equipo de ¡Hola Mañana! de FM 103.9 Radio Alta Gracia, recibió en el estudio a Daniel Villar, quien ejerce como abogado y como Asesor Letrado de la Municipalidad y habló sobre su historia, porqué eligió la carrera, sus casos más reconocidos y también sobre su trayectoria política.
«Empecé a ejercer de muy joven la abogacía pero también en la política, así que subía y bajaba el título (contó entre risas). En ese recorrido por la carrera pude conocer grandes personajes e incluso a los constituyentes que fueron parte de la reforma de la constitución del ´94 y de la cual también fui asesor. Tuve grandes profesores, entré justo en la época del proceso, tanto alumnos como profesores fuimos expulsados de la Universidad Nacional y pudimos terminar la carrera gracias al Secretario de la Universidad Católica Maqueda, 80 personas. Profesores como Oscar Roger, Pautasso y los alumnos que hacíamos militancia. Me aprehenden en la Terminal de Ómnibus -venía zafando hacía varios días ya, tenía el presentimiento de que iba a suceder y estuve detenido durante mucho tiempo, en mayo del ’76 en la D2, en el subsuelo del Cabildo. Hoy están los rostros pintados y sus nombres en el Paseo Santa Catalina, quienes estuvieron detenidos conmigo -entre ellos Hugo Pavón- y hoy están desaparecidos. Nunca más volví allí, desde el 3 de mayo de 1976. Mi vieja se encadenó frente a donde estaba Primatesta y gracias a esa intervención me dejaron salir» comenzó Villar. Y continuó: «Ésto, lo que sucedió allí y superarlo, influyó en mi carrera. Son experiencias de vida que te van formando el alma. Nos indigna la justicia».
Con respecto a si le gusta más ejercer su profesión o trabajar en la municipalidad -ya lleva 12 años-, manifestó: «Tuve la posibilidad de estar en muchos lugares y aprender. En las comisiones de la bicameral por el tema de las privatizaciones de los ´90…en el PAMI Córdoba, me divertí en todos. Siempre volvía a casa y ejercía de nuevo. Lo penal te permite ver en primera persona lo que le sucede a la gente, la arbitrariedad que sufren algunos con respecto a la injusticia».
En relación a porqué eligió abogacía, narró: «Fui parte de la primera promoción del Anglo Americano con título de Perito Mercantil. Teníamos al profesor Fernando Yunes que nos daba Ciencias Políticas y era abogado. En quinto año vuelve la democracia y alguien dijo ´donde hay una necesidad aparece un derecho´ y sumado a la detención, eso te va marcando. Hay que formarle el alma al abogado, aquí en Alta Gracia hay muy buenos profesionales. Hoy el tema más importante es el de violencia de género».
Entre los casos emblemáticos de los que fue parte, el Asesor Letrado de la Municipalidad, recuerda el caso de Johana Altamirano, cuyo asesino fue condenado por femicidio -el primero de la ciudad en recibir este castigo, ya que recién se modificaba la ley y se incorporaba la figura de femicidio- y el homicidio del padre Luis Cortés. Justamente hoy se cumplen nueve años del hecho que conmovió a toda Alta Gracia. En vísperas de un viaje a España, ingresaron a robar a su vivienda e intentaron prender fuego la casa para borrar las pruebas. «Se hizo una muy buena investigación con el Fiscal Emilio Drazile. Yo era parte de la querella, representaba a la hermana. «En la misa en la que lo despiden, le comenté a un amigo, el asesino está acá (era alguien a quien él le había abierto la puerta, le tenía confianza). Tenía un gran cargo de conciencia, estaba arrepentido. Habló con el padre y con otra persona que nos allanó el camino. Luego tomó otra actitud, quería zafarse de la situación» recordó.
Villar brindó un detalle desconocido para los medios: quien fue condenado por el hecho, «Pinguchi» Díaz se delató cuando contó una infidencia: el bastón del cura era un estileto, tenía una espadita dentro y sólo lo sabía el fiscal. Ésto determinó su autoría. «Estoy convencido de que hicimos las cosas bien».
El caso más importante (para él) que le tocó llevar adelante fue el primero. «Un joven al cual le decían ´Balbín´ tenía a mal traer a toda la ciudad y un día apareció asesinado en el Puente 24 de Septiembre. Se indicaba como supuesto autor a un turista de Santa Fe que andaba con la chica a la que Balbín pretendía. Esta relación no era aceptada por Balbín. Tienen una discusión y a posterior aparece muerto. Empiezan las investigaciones y dedujeron que el autor era el santafesino y la cómplice, la novia. Pero no cerraba, este chico no tenía ´la agresividad´ para enfrentarse a un delincuente. Finalmente el testimonio del chofer del correo -que en ese entonces estaba ubicado en la esquina de Belgrano y Urquiza- lo ubicó esa madrugada -la de su muerte- a las 5 am sobre su caballo por calle Belgrano junto a otros muchachos. Y se determinó que la pareja era inocente -tenían coartada- y había sido asesinado por otro hombre con quién había discutido».
Ante la solicitud de un mensaje para los estudiantes de abogacía, expresó: «Es una carrera muy humanista, quien tiene sensibilidad andará muy bien y la gente los buscará como asesores. Hay otros que no la han entendido y piensan que es un trampolín hacia algo. El secreto es conocer a la persona, mirar a los ojos y ahí sabés si te dice la verdad o no».