En la mañana del jueves 31 de octubre, la policía secuestró un dron que había quedado enredado en un cable de alta tensión al costado de la Ruta 36, en el kilómetro 798 a la altura de Bouwer.
El dispositivo era utilizado para entrar drogas a la Unidad Carcelaria de Bouwer y sería un medio habitual para ello.
El objeto debió ser bajado por personal de la empresa EPEC. El dron se encontraba cubierto de un papel con una inscripción y atado al mismo, un piolín con una bolsa de nailon envuelta con una cinta.
Trabajó personal de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), procediendo a la abertura del envoltorio, el cual contenía 89 gramos de marihuana y el otro tenía 180 de cocaína.