Este martes 23 de julio, Día del Payador, dialogamos desde el programa matutino ¡Hola Mañana! de FM 103.9 con Silvio Lucero, para conocer en profundidad su vocación.
Lucero, quien trabaja como encargado de una estancia, contó que hay payadores «muy letrados», que leen mucho, algunos que incluso son maestros rurales y «hay algunos que hemos aprendido de la vida, como yo, que me he nutrido de andar por todo el país, de haber viajado a los encuentros de payadores, por ejemplo. Lo mío tiene poca lectura» confesó. Ahora hay talleres para payadores, agregó.
«No se estudia para ésto,mis libros son el camino, mi facultad el andar. Estoy agradecido a la vida por este don y por este arte, también a quienes nos convocan».
Sobre cómo comenzó, narró: «De chico escuchaba a Gustavo Guichón y yo con 12 años le contestaba desde el patio de mi casa y siempre me salía mejor que lo que hacía Gustavo. En la escuela siempre actuaba para el Día de la Tradición. Después empecé a escribir y ya empecé a improvisar. Tengo versos para los ex combatientes de Malvinas, 19 volúmenes,
200 letras propias grabadas…es una satisfacción muy grande».
«Ésto se basa en sentimientos y pensamientos y una vez que sale no se repite. Llevo ya casi 15 años y sigo aprendiendo. Gracias a Dios, tengo la suerte de haber sido convocado 4 años seguidos para Trevelín, en Chubut, para el Festival del Ternero Cordillerano. Éste convoca a 30 mil personas. Uno pide que te ayuden con un pasaje, desde el área de Cultura, porque uno va en representación de Córdoba…golpeé muchas puertas y nadie me dió nada. Yo trabajo y estoy bien, pero hay otros de Santiago del Estero con un buen sentir y no salen porque no pueden. Gastan millones en campañas políticas y no ponen para cultura» relató.
En relación a cuáles son las satisfacciones que le brinda la profesión, manifestó: «Amigos, la magia de conocer gente, agradezco el apoyo de la familia, ya que viajo mucho. No tomo alcohol en los festivales, lo hago como un trabajo».
Lucero nos dejó una de sus poesías, dedicada a su padre, viejo y amigo, tras un grave accidente al caer de un caballo, que lo dejó internado. Expresó que se emociona mucho cada vez que la dice: «Es imposible que quien escribe, no se emocione».
«Mi viejo padre y amigo»
«Le pedi a nuestro Señor, que si fuerzas podía darme, para regalarle este verso antes del Día del Padre y llevárselo a mi viejo con unas letras gigantes, que diga sobre un arcoiris, ´FELIZ DÍA DEL PADRE´ por eso te pido Dios que no dejes de ayudarme, quiero que llegue este verso, cuando este recitado largue y retoce por las bueyes de las que ha traqueado antes, quisiera darte estas rimas querido viejo y amigo, con cariños y disculpas, porque mejor no he podido, acomodar mis palabras para dejartelo escrito, para que hoy sepan estos paisanos lo que vos fuiste conmigo. Fuiste mi ángel, protector, recuerdo desde muy chico. Y después ya siendo muchacho, fuiste mi viejo y amigo. Si hasta andábamos como hermanos, será porque Dios lo quiso. Y en esos días de gloria, que a un ruedo campero fuimos y la vez que a un hospital me echó un bellaco un domingo, siempre estuviste a mi lado como mi mejor amigo, preguntando ¿cómo fue?, en ese tono intranquilo…y yo cuando desperté como la luz de un pabilo, le dije: ´viejo estoy bien, vaya así duerme tranquilo´ y ni un metro se movió, quedó esa noche conmigo. A ver si entraba el doctor por el pasillo y pedía por las dudas un poco e sangre para mi alivio. él estaba de puño cerrado, como diciendo decidido, ´saque mi sangre doctor, hasta dejarme vacío, que si mi sangre es suya, yo puedo morir tranquilo´ y ahí se quedó nomás rezando por los pasillos. Y llegando al final de estas rimas, quisera en mis letras finas poderte viejo abrazar y Dios me supo ayudar a terminar este escrito y mil veces lo repito y en verso lo vuelvo a hacer, si alguien me puede entender, espero que esto recuadre, viejo volvé a ser mi padre si algún día vuelvo a nacer»