Cineclub Casero: diez años de cine independiente y cultura

En una entrevista hecha por el equipo de ¡Hola Mañana! de Radio Alta Gracia, Nicolás Di Giácomo contó los inicios e historia del Cineclub Casero.

Lo que comenzó hace catorce años como una reunión de amigos cinéfilos en una casa particular, se ha transformado hoy en un espacio cultural consolidado: Cineclub Casero. Su nombre no es casual; surgió en el living de un amigo y mantuvo ese espíritu íntimo y alternativo, aunque hoy funcione en una sala equipada y acústicamente preparada sobre calle Emilio Zola al 442, a media cuadra del Museo del Che.

«Empezamos como un grupo pequeño, proyectando películas que no encontrábamos en el circuito comercial. Nos fuimos mudando y reinventando hasta alquilar nuestra propia sala», explica Di Giácomo, quien coordina el espacio.

Cineclub Casero no solo proyecta cine: se ha convertido en un verdadero centro cultural, donde se combinan grandes clásicos, cine nacional contemporáneo, propuestas temáticas, teatro y literatura. Actualmente, se encuentra en desarrollo el ciclo “Cine y Literatura”, coordinado por María Nahal y Alejandrina Cuquejo, que propone un diálogo entre el lenguaje audiovisual y el literario.

“No buscamos cantidad, sino calidad. Queremos que lo que se vea tenga valor artístico y que invite a pensar. Por eso rastreamos producciones nuevas, muchas veces directamente con las productoras y apostamos a un cine que no tiene espacio en las carteleras comerciales”, agregó el cinéfilo.

Una comunidad activa
El cineclub cuenta con una comunidad estable de unas 20 personas asociadas, aunque durante la pandemia esa cifra se amplió virtualmente: ofrecían acceso a una videoteca con más de 300 títulos a través de Google Drive. “Fueron estrenos de ese momento, con buena calidad. La gente podía suscribirse y seguir viendo cine desde sus viviendas”, recordó Di Giácomo.

Hoy, el sentido de pertenencia sigue creciendo. Se proyecta sumar nuevos ciclos, como el de escucha colectiva de vinilos, que se realizará los viernes. La propuesta retoma el ritual de abrir un disco frente al público y disfrutarlo como una experiencia compartida, aprovechando el renovado interés por el formato analógico, al estilo de lo que se ve en ciudades como Córdoba y Buenos Aires.

Propuestas semanales y participación abierta
La sala cuenta con 27 butacas fijas, aunque en funciones especiales se organizan reservas previas para recibir a más público. Cada función incluye un espacio de debate posterior a la proyección, donde se intercambian ideas y opiniones sobre lo visto.

El espacio también se abre a otros cineclubes, colectivos culturales y proyectos independientes. “Tenemos convenio con el Cineclub Municipal Hugo del Carril de Córdoba Capital. Queremos que esto sea una puerta abierta para el cine independiente y la cultura en general”.

Un espacio hecho a pulmón
Cineclub Casero es una sala pequeña, pero equipada profesionalmente. “La idea es ver y aprender juntos. No solo ver películas, sino generar una experiencia compartida, un espacio de arte y reflexión”, concluye Di Giácomo. Podés comunicarte al número 3547 63468 o llegarte directamente al lugar, viernes, sábado y domingo.

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