Este semana trascendió la noticia, que luego fue confirmada por el propio gobernador Martín Llaryora, de que en diciembre quedaría formalmente inaugurada la Autovía de la Ruta 5, con el objetivo de brindar una mejor conectividad entre los valles de Paravachasca y Calamuchita.
La obra, se espera con gran ansiedad, por su promesa de descomprimir el tránsito que lleva a vecinos y turistas al valle de Calamuchita, pero ¿será realmente así?
El plan es puesto en duda por algunos escépticos debido a un detalle clave: el peaje, se construye sobre la ruta que se levantó desde cero, y que sale desde la rotonda de ingreso a Alta Gracia y culmina en La Serranita, brindado la posibilidad de llegar al mismo destino evitando el pago del peaje.