El ex CEO de Syngenta, empresa de tecnología agropecuaria y ex asesor del presidente Alberto Fernández, Antonio Aracre, fue entrevistado por el equipo de ¡Hola Mañana! de FM Alta Gracia 103.9 y habló sobre la economía actual, sobre Fernández y sobre Milei.
El ex CEO plantea en todas sus notas la decadencia de la educación y la importancia que tiene la economía -y que no se reflejada en la currícula escolar-: «Creo que es algo fundamental, en los tiempos donde estudiaba para Perito Mercantil, teníamos una materia que se llamaba ´Matemática Financiera´ con rudimentos básicos pero muy útiles para la vida a los 18 años, de cómo calcular un porcentaje, una tasa de interés, si algo te conviene comprarlo en cuotas o al contado, no mucho más pretencioso que eso. Pasa que todo se ha deteriorado tanto en materia educativa que hoy los chicos, 7 de cada 10 tienen problemas para resolver un porblema de regla de tres que se enseña en 4° y no lo pueden hacer en la universidad…imaginate una comparación de un plan de cuotas con uno de contado, ya parece algo más sofisticado».
«El problema de la educación es que los chicos han perdido el interés, como parte de un proceso complejo en el cual los profesores también perdieron el interés en enseñar. La clase era un templo había algo de admiración de los estudiantes hacia el profesor y hoy hay que aggiornarse a las nuevas tecnologías y esto requiere inversión y entender que la educación nos puede salvar» agregó.
Sobre su paso como asesor de gobierno de Fernández, contó: «Hice un análisis fallido. Fue una cuestión emocional. Terminaba una carrera de 37 años en una empresa multinacional muy grande y estaba con ganas de dar, más que de recibir y con dos hijos recién salidos al exterior, porque no veían en el país oportunidades de desarrollo y quería traerlos de nuevo. Elegí el lugar equivocado en el momento equivocado. Me di cuenta rápido porque las propuestas que yo daba no encajaban, daban mal humor o generaban más ruido que debate constructivo. La última estaba relacionada a cómo salir de la inflación y luego decidí irme. No soy peronista, tengo una mirada ´afectuosa´ hacia el mercado, sabía que era una voz disonante. Pensé que era bueno que se tuvieran en cuenta los discursos disruptivos. Hasta que me di cuenta de que no me daban lugar ni para el debate».
«No tengo habilidades políticas. Hay que invertir mucho tiempo en lo que se llama la rosca, tener un montón de reuniones para tratar de convencer a personas de lo que es muy obvio y es una energía que me consume, me quema la cabeza, acostumbrado a ser una persona más ejecutiva, que hace, que ejecuta» expresó.
En relación a Javier Milei, opinó: «Con Javier Milei tengo un idilio especial porque tengo 60 años y he visto todo. Desde el Plan Austral, todas las crisis, la del Tequila, las de Alfonsín, la convertibilidad de Menem y Caballo, la hecatombe del 2001, pero en todas había un factor común, Argentina no quería entrar en un ajuste. Lo veo a Milei haciendo una religión del superávit financiero y creo que será su legado. No sé cuántas cosas más va a lograr, pero ya lograr que la población nos demos cuenta de que nos íbamos en banca rota, en poco tiempo ha apotado much+isimo y ojalá pueda aportar muchas más, ya estoy viendo algunas luces, hoy se publicó que subió el consumo de leche, el primer indicador interanual positivo y muy importante ya que tiene que ver con la nutrición. Esto tiene que ver con la recuperación salarial eso lo genera la baja de la inflación. Es lenta, se va a tardar unos meses más en ver un crecimiento en algunos sectores como la industria y el consumo».
Con respecto a si se ve una luz al final del túnel, dijo: «Yo la veo, hay muchos factores, algunos indicadores de los que señalé, ciertas cuestiones que tienen que ver con shocks, como por ejemplo el blanqueo que va a hacer un aporte al flujo de capitales bastante importante, el RIGI, calculan anuncios por 90 millones de dólares que se darán gradualmente en los próximos meses, generarán un cambio en las provincias en donde esos mega proyectos de inversión se han localizado y la recuperación salarial hará que el consumo y la industria mejoren». El economista narró que los últimos seis meses del año pasado, las empresas e industrias sobreproducieron y se sobre stockearon para cubrirse de las próximas devaluaciones, comprando dólares baratos.
«Córdoba es un modelo de producción, de desarrollo y de comportamiento de la gente. Cuando voy, me siento como que estoy en otro país, hay tierras sumamente fértiles, humanos deseosos de trabajar y progresar y ésto es clave y no sólo hablo del agro y la ganadería, que son uno de los pilares, pero también está lo automotriz, la metalmecánica, los desarrollos inmobiliarios. Hay muchas actividades económicas que florecen y tienen que ver con una serie de factores que se suman» opinó sobre Córdoba.
Respecto al modelo de retenciones y el tipo de cambio, declaró: «Es un drama y un dilema, es hoy contrario a una devaluación porque que en una Argentina como la que tenemos, tan golpeada por las hiperinflaciones y defaults, la gente no confía en la moneda local, se refugia en el dólar y frente a un movimiento del dólar se acompaña en el nivel de precios y perdés los efectos positivos». Sobre las retenciones, explicó que sacarlas hoy de las arcas del gobierno nacional sería imposible, teniendo en cuenta que no se puede gastar más de lo que entra y «sobre todo teniendo en cuenta los aumentos que se han dado los legisladores nacionales».
Finalmente manifestó que no volvería a la política ya que no le gusta el «rosqueo», «pero tengo una identificación con Milei, el también odia al sector político».