El nuevo océano que está naciendo en África: un cambio que reescribirá el mapa del planeta

La Tierra está en constante movimiento, aunque la mayoría de los cambios geológicos ocurren en escalas de tiempo tan largas que resultan imperceptibles para nosotros. Sin embargo, en el este de África, un fenómeno visible incluso desde el espacio revela cómo el planeta sigue transformándose: una gigantesca grieta de más de 6.000 kilómetros de longitud avanza lentamente y podría dar origen a un nuevo océano.

Una fractura que divide al continente

Este proceso ocurre en el Rift de África Oriental, una gran depresión tectónica que atraviesa países como Etiopía, Kenia, Uganda, Tanzania y Mozambique. Allí, tres placas tectónicas —la africana, la somalí y la arábiga— se están separando en un proceso conocido como rifting.
A medida que la corteza terrestre se estira y se hunde, se generan fallas, volcanes y lagos que marcan el nacimiento de una futura cuenca oceánica.

El laboratorio natural de Afar

Uno de los puntos más impactantes es la región de Afar, en el Cuerno de África, donde convergen tres fallas: el Rift Etíope Principal, el Rift del Mar Rojo y el Rift del Golfo de Adén. Esta triple unión convierte a Afar en un verdadero laboratorio geológico donde los científicos pueden estudiar una ruptura continental “en vivo”.

Pulsos de roca desde el interior de la Tierra

Investigaciones recientes revelaron que bajo Afar ascienden pulsos rítmicos de roca fundida (magma) provenientes del manto terrestre. Estos movimientos no son continuos, sino que ocurren de manera intermitente, dejando huellas químicas en las rocas volcánicas que los geólogos utilizan para reconstruir la dinámica interna de la Tierra.
Para entender este fenómeno, los investigadores recolectaron más de 130 muestras de lava en distintas zonas del Rift, lo que permitió identificar variaciones químicas que reflejan cómo el grosor de la corteza y la velocidad de separación de las placas influyen en la eficiencia de estos pulsos.

Un futuro que cambiará el mapa

Aunque este proceso avanza a una velocidad de apenas milímetros a centímetros por año, en millones de años la grieta permitirá que las aguas del océano Índico inunden la depresión, formando un nuevo océano y separando definitivamente una parte del continente africano.
Mientras tanto, la región seguirá siendo escenario de actividad sísmica y volcánica, hundimientos y deformaciones que son monitoreadas de cerca por los científicos.


Un recordatorio de que nuestro planeta está vivo
La formación de un nuevo océano en África Oriental no solo cambiará la geografía mundial, sino que también ofrece una oportunidad única para estudiar los procesos profundos que modelan la Tierra. Un espectáculo geológico a escala planetaria que, aunque lento para los ojos humanos, demuestra que nuestro mundo está lejos de ser estático.

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